martes, 19 de abril de 2016

Cereales sin empaquetar


Para los que vivimos en ciudades, la contemplación de un campo de cereales viene acompañada siempre de las admiraciones y exclamaciones propias del ignorante. Aquellas que, para la gente del lugar, hacen que las pupilas se les abran en la misma medida que sus carcajadas.

Que le vamos a hacer. Me siguen gustando los campos de cereales y no pienso dejar de pintar algo que, para otros, es el pan y el sudor de su frente.








Corel Painter, probando texturas.


2 comentarios:

  1. No hay nada como el placer de contemplar un campo florido , muy relajante y vivo a la vez. M´agrada.
    Sita

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