Días especiales

Hace un año dije que no siempre todo es pintar. Sigo pensando lo mismo aunque mi afición o pasión por la pintura no haya sufrido recortes.

Estas fechas pueden tener distintos significados. Para algunos tienen un carácter religioso, para otros una oportunidad de estar con la familia, para muchos un tiempo para dedicar y jugar con los más pequeños, para muchos más la oportunidad de simplemente descansar o disfrutar.

Para otros, nada de todo lo anterior.

Espero que, por lo menos, los que estáis siguiendo este blog podáis situaros en alguna de las categorías del párrafo más agradable.

Mis mejores deseos para todas estas fechas, y todavía mejores para el próximo año 2014.

Yo prometo seguir pintando tal como dice el poeta.

"He pintado, pinto y pintaré
Y pintaré hasta que la luz se apague, o la mano se niegue a obedecer"

Un trabajo en La Provence

Aunque los campos de lavanda hacía dos semanas que se habían segado, guardo buenos recuerdos e imágenes de esta zona del sur de Francia.

Este es un trabajo a tinta y acuarela, tomando como referencia un pequeño café en una pequeña plaza en Lourmarin.

Es verdad que no es necesario ir muy lejos para encontrar maravillas, pero también es justo reconocerlas cuando, por la razón que sea, se tiene la oportunidad de visitarlas.

El parque regional de Luberon tanto por su proximidad, como por la cantidad de paisajes que contiene, merece unas pequeñas vacaciones. Si además se puede disfrutar de los campos de lavanda mejor, pero para ello hay que estar allí hacia finales de junio.

Un café en Lourmarin

15 x 16 cms.

En este tipo de trabajo me gusta conservar un cierto aire de bosquejo, de improvisación. Como si en lugar de haber estado un buen rato dibujando a tinta las líneas y con todo el cuidado que he podido, hubiera sido capaz de hacerlo en menos de quince minutos mientras me tomo el café.

La acuarela, o la tinta diluida como en Sorrento , prefiero trabajarla con matices de un único color y, cuando el papel lo permite, las luces me gusta reforzarlas con pastel o tiza blancas; aunque este punto es difícil de apreciar en la fotografía.

La marea sube

Traducción al pastel de un trabajo realizado hace algunos meses ( No hagan olas ) previamente en digital (Painter 12) y que, gracias al deseo de alguien que sigue el blog he terminado de trasladar en soporte papel.

La marea sube

33 x 33 cms.

He elegido como soporte papel UART (500)) que me ha permitido hacer una base de pastel diluido en alcohol, para luego ir añadiendo sucesivas capas de pastel y, en algún rincón, el uso de un fijador muy malo para ensombrecer zonas de forma conveniente.

Tormenta onírica

Había que cerrar la trilogía fuese como fuese, y he optado por aprovechar un viejo trabajo de práctica que tenía colgado en casa.

Aunque la foto corresponde a un cuadro pintado por mi, debo confesar que es una copia o adaptación de alguno que vi hace tiempo en mis primeras prácticas de pastel. 

He estado buscando donde encontré esta referencia para hacer justicia al verdadero autor de la obra original, pero no lo encuentro por ningún lado. Prometo que en cuanto encuentre el nombre lo publicaré para que quede constancia a efectos de copyright. La idea es suya, yo he hecho de aprendiz en este caso.

Después de tanta nube y viento surgiendo desde detrás de la almohada, alborotando neuronas, y privándome de horas de mejores sueños, era lo menos que podía hacer. Esperemos que después de la lluvia salga el arco iris o por lo menos algo de sol.

El trabajo de 46 x 62 cms. recuerdo haberlo realizado sobre un papel de acuarela.

A ver si la próxima semana ya empiezo a tener disponible el caballete, ahora que los pasteles se encuentran listos y con ansias de deslizarse de nuevo en el papel.