Buscando las pozas de esta zona indicadas en
el blog que ya he comentado en otras entradas, me encontré con este campo lleno del
verde de primavera. Tomé varias fotos de referencia para poder pintar, más tarde o temprano, algo inspirado en la imagen.
Recuerdo que era bastante pronto por la
mañana y, aunque el sol no estaba radiante, tampoco había demasiadas nubes que
dejaran el paisaje lleno de colores muy apagados. Soplaba continuamente una
brisa que hacía ondularse suavemente hierba y árboles, y todo invitaba a estar
sentado un rato mirando el ballet.
Ya volveremos a las pozas, los reflejos, y las cascadas otro día, pero hoy he intentado no morir como Narciso atrapado en el agua.
Vall de Bianya
Pastel 48 x 24 cms.
Para este trabajo he vuelto al papel Pastel
Card de Sennelier, color gris oscuro, y prácticamente todos los pasteles
utilizados han sido Rembrandt.
Este papel que no admite técnicas húmedas
para el fondo (al menos yo reconozco que no he pillado el truco) me ha dejado
ir añadiendo suavemente distintas capas de aplicación del pastel sin ningún
problema.
Insisto en lo de suavemente, ya que si bien
el papel admite mucho pigmento, creo que siempre es mejor ir dejando
aplicaciones ligeras de pastel, para no encontrarte con la sorpresa de que ya no
permite más y el resultado empieza a ser un pastel (de los otros)