jueves, 27 de marzo de 2014

Cuando el agua acaricia a la piedra

Ha llevado mucho tiempo, pero al fin el agua y la piedra se han acostumbrado el uno a la otra.

Al principio uno tenía prisa, la otra cautela, incluso resistencia.

Poco a poco, el roce, el tacto, y la distinta energía han ido encontrando respeto, coincidencia y complicidad.

Si uno cedía en fuerza, la otra moldeaba su amabilidad.

Ahora ya se conocen, el no brama y ella no se molesta. Ambos solo esperan que no cese esa caricia que a cada segundo se renueva.





La caricia del agua
9 x 13 cms.


La miniatura está inspirada en un pequeño recodo de un río de La Garrotxa (que sorpresa, verdad). Es uno de esos sitios en los que simplemente estar sentado al lado del agua, escuchando como cae lentamente por un pequeño desnivel, te llena de tranquilidad.

El pequeño trozo de papel La Carte me ha permitido intentar ver si se podía pintar algo en superficies tan pequeñas. Poder se puede y como le ocurre al agua y a la piedra solo se trata de paciencia.

sábado, 22 de marzo de 2014

Tormenta de verano en Llivia

Para quitarnos el regusto a carbonilla de la entrada anterior, espero que todos los que habéis estado en La Cerdanya alguna vez durante los meses de verano podáis reconocer esta escena.

Durante toda la mañana el sol ha estado luciendo en lo alto sin nubes y calentando el ambiente. Te has ido quitando ropa a medida que el sol ganaba en altura y, después de comer y de la preceptiva siesta, has decidido aprovechar la tarde paseando cerca.

Poco a poco te das cuenta de que, desde una esquina del cielo, se va aproximando una mancha oscura que va cubriendo el sol rápidamente.

De repente oyes el primer trueno y no te lo puedes creer. Si tienes suerte y estabas cerca del coche te refugias, si estabas en un pueblo buscas cobijo en un bar y decides que ha llegado el momento del té.

Al cabo de media hora el cielo, misteriosamente, empieza a abrirse de nuevo. La lluvia sigue cayendo pero lejos de donde te habías parado.

Cuando este espectáculo lo repites en distintas ocasiones llegas a la conclusión de que es un mecanismo de riego establecido para casi cada día y casi a las mismas horas. Era lógico, algo tenía que haber para que el paisaje estuviese tan verde.







Tormenta de verano en Llivia
24 x 38 cms.



He seguido con La Carte disfrutando con los grises y colores neutros. Ya habrán otras ocasiones donde reventar el papel con colores vibrantes.

lunes, 17 de marzo de 2014

Cap foc al bosc

El inicio de la campaña de prevención de incendios en los bosques, y su coincidencia con el primer incendio importante de la temporada me han llevado delante del caballete.

Aprovechando una hoja de un calendario de una institución financiera y algunos carboncillos, he decidido hacer mi aportación al tema.




Cap foc al bosc
50 x 30 cms


No hay mucho para comentar sobre técnica o materiales. Solo he cogido el papel, los carboncillos, algún pastel, y he dejado que la mano subiese y bajase a lo largo del papel. En ningún momento ha habido reflexión ni cálculo, solo impulso.


miércoles, 12 de marzo de 2014

Niebla en Vic (2)

Podría decir que este trabajo cierre otra trilogía junto con la entrada anterior y la entrada Niebla en el Ter. Las tres pinturas están inspiradas en la misma zona geográfica, aprovechando las interpretaciones que presta la niebla en distintos sitios y horas.

Este último trabajo con niebla (de momento) intenta reflejar esos primeros rayos de sol que, cuando el espesor de la niebla lo permite, empiezan a alcanzar las copas de los árboles y de las hierbas más altas.

Cuando la niebla se va desplazando por el campo parece una especie de ballet donde aparecen y desaparecen personajes (árboles, piedras, matorrales). Si fuese capaz de componer música apropiada, podría tener como título "El prado de los duendes".





Niebla en el prado de los duendes
28 x 41 cms.


He seguido con papel La Carte, y ya que tenía el convencimiento de que era bueno saturar un poco la primera capa de pastel, me he atrevido a usar mucho más que en anteriores ocasiones los pasteles Schmincke.

Hasta ahora, por su suavidad, los iba reservando para los acentos finales en la pintura, o bien para papeles tipo Canson Mi-Teintes donde se agradece trabajar con este tipo de pastel cremoso. Me doy cuenta de que también se puede trabajar con ellos en superficies con mucha textura, y que ayudan a establecer una base de forma más rápida que con otros pasteles más duros.

No obstante, tengo que subrayar que la aplicación tiene que ser bastante suave en todo momento, especialmente si uno no quiere estar comprando pasteles nuevos cada día. Habrá que seguir probando.

miércoles, 5 de marzo de 2014

Niebla en Vic

No es el primer trabajo con niebla de por medio, ni seguro que será el último.

Confieso que este tipo de paisajes tienen algo que me atrae e invita a la reflexión (siempre poco profunda, no sea que uno se caiga dentro y se haga daño).

Obviamente esta es mi sensación. Para otros, estos escenarios seguro que levantan otro tipo de sentimientos o temores incluso, especialmente si se acaba de ver una de esas películas en las que hay campamentos de verano con adolescentes de por medio, la escena es de noche, y hace rato que uno no aparece porque ha ido a buscar algo un poco más lejos.

Dejando de lado el negocio de las películas del género ay, ay, ay, huy, huy, huy, la niebla tiene distintos colores en función de muchos elementos, lo que convierte a estas escenas en motivos de interpretación sucesiva.





Niebla en Vic
30 x 22 cms.


Sigo con papel La Carte tratando de recuperar sensaciones de como trabajar en este tipo de soporte. 

En algunos momentos creo que, por el tipo de pintura que me gusta, hay que saturar mucho este papel con una primera capa de pastel para poder ir trabajando las capas sucesivas, circunstancia que no deja de ser un contrasentido al pensar que, si se satura mucho de pastel, es más difícil poner nuevas capas encima. En cuanto encuentre el equilibrio lo explicaré.