sábado, 31 de mayo de 2014

Polillas y farolillos (2)

Que insondables misterios nos depara el análisis matemático.

De pequeño, siempre me habían explicado que las matemáticas eran una ciencia exacta y que, los casos extraños de multiplicaciones anormales (panes, peces, cuentas en el extranjero,..) en su mayor parte había que calificarlos de milagros.

Desde hace días, los faroleros, a la vista del recuento de las polillas atrapadas en los faroles, han procedido a un análisis del significado del número de polillas atrapadas en los distintos faroles, así como de su variación respecto a anteriores recuentos en el pasado.

Como es lógico, hay variaciones positivas y negativas en esas comparaciones con respecto a anteriores recuentos; pero los faroleros, casi todos, muestran alegría sea cual sea el signo de esa variación.

Incluso aquellos que han reconocido que el signo de la variación no es lo que estaban esperando, parecen tener dificultades en ver donde está el origen del problema. Si siguen así, es muy probable que la culpa sea atribuida finalmente a las polillas que, posiblemente, no entienden de colores y no saben mirar donde deben.

Tampoco parece preocupar el número total de polillas que han acudido a la luz. De la misma forma que en pasadas ocasiones, se promoverá una comisión investigadora de la ceguera temporal que parece afectar a algunas polillas, y que les impide acercarse a cualquier tipo de farol sea cual sea el color.

En definitiva, nada preocupante de forma seria.  Si los faroleros están contentos y relajados, ellos que disponen de conocimientos, capacidad de análisis, y criterio; las polillas no deberían preocuparse por circunstancias que escapan a sus capacidades naturales.






Polillas y recuentos


Como podéis imaginar, esta historia es la continuación de Polillas y farolillos y bastante relacionada con Gripe en el alma. No descarto que hayan nuevos episodios en la serie, me temo que motivos no faltan ni faltarán.



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