sábado, 22 de marzo de 2014

Tormenta de verano en Llivia

Para quitarnos el regusto a carbonilla de la entrada anterior, espero que todos los que habéis estado en La Cerdanya alguna vez durante los meses de verano podáis reconocer esta escena.

Durante toda la mañana el sol ha estado luciendo en lo alto sin nubes y calentando el ambiente. Te has ido quitando ropa a medida que el sol ganaba en altura y, después de comer y de la preceptiva siesta, has decidido aprovechar la tarde paseando cerca.

Poco a poco te das cuenta de que, desde una esquina del cielo, se va aproximando una mancha oscura que va cubriendo el sol rápidamente.

De repente oyes el primer trueno y no te lo puedes creer. Si tienes suerte y estabas cerca del coche te refugias, si estabas en un pueblo buscas cobijo en un bar y decides que ha llegado el momento del té.

Al cabo de media hora el cielo, misteriosamente, empieza a abrirse de nuevo. La lluvia sigue cayendo pero lejos de donde te habías parado.

Cuando este espectáculo lo repites en distintas ocasiones llegas a la conclusión de que es un mecanismo de riego establecido para casi cada día y casi a las mismas horas. Era lógico, algo tenía que haber para que el paisaje estuviese tan verde.







Tormenta de verano en Llivia
24 x 38 cms.



He seguido con La Carte disfrutando con los grises y colores neutros. Ya habrán otras ocasiones donde reventar el papel con colores vibrantes.

1 comentario:

  1. Incluso con el solo uso de estos tonos grises, y de la situacion corre que nos pilla la tormenta...logras darle a esta imagen de una gran vivacidad.
    Congratulations.
    Sita

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