No he podido resistir la tentación de pintar de nuevo unas escaleras, aunque en este caso en un entorno menos urbano. La pintura se inspira en La Fageda d'en Jordá. Este fantástico hayedo situado cerca de Olot es una maravilla que merece la pena visitarse en cualquier época del año.
Además del paseo a pie que se puede realizar en cualquiera de los distintos senderos que existen, también se puede visitar mediante unos carros tirados por caballos que siguen una pequeña ruta dentro del bosque.
Esta nueva visita que he hecho recientemente a la zona, con el objetivo de visitar algunas de las pozas que existen, espero que me permita ir pintando algunas de las mismas. Confieso que el descubrimiento de estas pozas no hubiera sido posible sin el blog que mantiene alguien que vive en esta zona y, cuyos detalles daré en la primera pintura que haga de las mismas.
Aunque esta vez no me he acercado para verlo, recomiendo la búsqueda y visita de un laberinto construido cerca de Argelager. Si sigue existiendo (ya que ha sufrido percances en el pasado) merece la pena conocerlo ya que, por encima de todo, se debe al trabajo de una única persona que dedica parte de su tiempo a construirlo.
La pintura (30 x 23 cms.) sobre papel LaCarte y con los pasteles habituales (NuPastel y Rembrandt)
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