viernes, 10 de enero de 2014

Como pasa el tiempo

Hace algo más de un año empecé a escribir en este blog. Desde ese momento he intentado publicar una entrada semanal sin que ello suponga una obligación que haya que cumplir caiga quien caiga.

El blog ha sido desde el principio un instrumento para compartir, no una penitencia, ni tampoco una plataforma de venta por correspondencia.

De entre todas las pinturas y dibujos que he ido publicando, ha habido hasta ahora dos grandes bloques de inspiración. La Serra del Montsant en Tarragona, y La Garrotxa.

El proceso que me lleva a terminar pintando algo siempre empieza refrescando mi memoria con las fotos que he ido tomando en cada lugar. Esta sesión inicial me permite elegir algunas que, en función del estado de ánimo, o del desafío técnico que intuyo voy a afrontar, quedan seleccionadas para un posterior examen.

La siguiente reflexión sigue sobre la composición a pintar. Nunca tomo una fotografía e intento pintarla tal cual está grabada en la cámara. Siempre acabo eligiendo una parte de la misma que creo puede tener una traducción interesante en la pintura.

A continuación empieza el proceso de simplificación. Para pintar, especialmente tomando fotografías como referencia, es imprescindible eliminar información. De hecho, hay que eliminar montones de información.

Normalmente no tiene sentido para un paisaje intentar pintar cada hoja de un árbol, o cada brizna de hierba que aparece en la foto y, además, hay que poner un cariño especial recordando aquellas zonas oscuras que en la fotografía quedaron negras, o las demasiado claras que pudieron quedar blancas.

Para ayudarme en esta fase de la pintura, he encontrado una muy buena ayuda en los programas de retoque fotográfico. Generalmente todos los programas (tanto los de pago, como los que no) tienen alguna función o filtro que permite desenfocar la imagen quitándole detalles. Esto permite empezar a pensar en términos de grandes manchas de colores o de valores similares.

Este es el nivel de detalle en el que empiezo a tener alguna idea de si la pintura tiene una composición final interesante, o es un lio  que no me lleva a ningún lugar. Se trata un poco de ver si esa fotografía a la que hemos eliminado detalles sigue siendo atrayente en blanco y negro (o en una escala de grises)

Llegados a este punto es cuando empiezo a visualizar en términos de colores y materiales, especialmente en el soporte o tipo de papel a utilizar.

Imagino que cada uno tiene su sistema, a mi me gusta pensar como podré desarrollar mejor la pintura en cada tipo de superficie. Si creo que con muy pocas capas de pastel podré conseguir algo que me guste, me inclinaré por un Canson Mi-Teintes. Si pienso que voy a ir trabajando con varias capas de pastel, habrá que ir pensando en soportes con mayor rugosidad (tipo Pastel Card,..)

No menos importante es pensar si me apetecerá crear un fondo previo con alguna técnica húmeda (acuarela, disolución de pastel,.) o esto no va a ser necesario, ya que el soporte tiene que permitir el trabajo que se quiera hacer.

A partir de este punto ya solo queda pintar, pero de esto hablaremos otro día.

1 comentario:

  1. I tant que "pasa el tiempo", sembla que ja t'has "jubilat"; si es aixina, benvingut al club.

    Ximo

    ResponderEliminar

Gracias por tus comentarios.