Aunque el sol ya hace rato que ha salido,
sigue siendo temprano. Muy temprano.
El camino que lleva a la poza es un sendero estrecho
rodeado de árboles que impiden que la luz llegue a todos los rincones. La
hierba y las hojas están cubiertas de rocío.
Al cabo de poco tiempo te das cuenta de que
la sensación de humedad en las piernas y los pies es importante. Te agachas, y
compruebas que, más que humedad, lo que tienes son los pies absolutamente
mojados a pesar del calzado y los calcetines.
Pensando en que la poza está cerca, decides
seguir caminando en su búsqueda pensando que, a la vuelta, el sol estará más
arriba en el horizonte y, además, recordaste coger un par de calcetines de
repuesto que llevas en la mochila.
Sendero de rocío
Pintura inspirada en la búsqueda de una de
las pozas del Brugent a la que al final no pude acceder por culpa de que, con
las lluvias ocurridas en las semanas anteriores, toda la construcción de madera
que facilitaba el descenso hasta la misma estaba en unas condiciones poco
practicables.
La pintura de 42x30 cms está realizada sobre Canson Mi-Teintes y un par o tres de
capas de pastel. Entre la primera y las siguientes decidí aplicar un poco de
fijador para ganar en seguridad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Gracias por tus comentarios.