martes, 18 de diciembre de 2012

Materiales : Papel


Pintar con pasteles solo precisa básicamente de 2 elementos, un soporte, generalmente papel, y pasteles secos.

Si hablamos del papel, podemos encontrar distintos tipos de papeles. Cada uno de ellos permite una forma o varias formas de extender el pastel y, a veces, también obliga a trabajar de una determinada manera.

Lo más importante es tener en cuenta que al extender el pastel sobre el papel, éste se va rellenando del polvo que desprende el pastel, por lo que, dependiendo del tipo de papel, la aplicación de sucesivas capas de pastel puede ser muy difícil o muy sencillo.

Podríamos dividir los distintos papeles en dos grandes grupos, dependiendo de si son abrasivos, y soportan muchas capas de pastel, de los que no los son.

En la categoría de los no abrasivos, uno de los primeros papeles que se suele utilizar es el Canson Mi-Teintes. Ese tipo de papel que además se puede encontrar con multitud de colores, exige una aplicación muy suave de los pasteles, ya que su textura no admite varias capas sucesivas.

Dentro de esta misma categoría podríamos incluir los Fabriano, y multitud de papeles que, creados inicialmente para otros propósitos sirven perfectamente para pintar al pastel.

Todos ellos comparten la característica de poseer una cierta textura, que debe ser tratada con cuidado para evitar que el pastel no pueda seguir adhiriéndose al papel por estar saturada la superficie del mismo.

A veces, se puede trabajar con estos papeles en sucesivas capas de pastel mediante el uso de un fijador. Siempre es preferible usar productos de calidad, pero en el caso del fijador es imprescindible. Un fijador de poca calidad oscurece mucho los colores, circunstancia que a veces puede ser interesante como recurso técnico en alguna zona de la obra, pero no como sorpresa al terminar un trabajo.

En general, es conveniente evitar el uso de fijador en la última capa de la pintura, pero una ligera aplicación de un producto de calidad evita que se vayan desprendiendo partículas de polvo en el cristal que protegerá la pintura.

Los papeles abrasivos como ya he comentado, permiten más alegremente la aplicación de sucesivas capas de pastel sin fijador. Dentro de esta categoría uno de los más conocidos es Sennelier la Carte, aunque también podemos encontrar Pastelmat, Canson Touch, Art Spectrum, UART, Wallis y otros.

Muchos se fabrican en distintos colores, otros en una gama de uno o dos colores únicamente. Las diferencias más importantes las encontraremos en la facilidad para extender, difuminar o hacer mezclas de colores, y en la capacidad que tienen algunos de ellos en soportar técnicas húmedas en el inicio de la pintura.

No todos los papeles se pueden encontrar en el mercado con la misma facilidad, pero siempre queda el recurso de poder comprar por internet.

Sin querer alargar demasiado este tema, opino que al final cada uno va eligiendo, dentro de lo que fácilmente puede encontrar, aquello que más le gusta o se adapta a su manera de pintar.


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